Mientras camino comienzo a pensar en muchas cosas, me sumerjo
en sueños estando despierto, he cambiado bastante, lo sé, extraño mi verdadero
yo, toda aquella persona que solia ser de niño, todos aquellos sentimientos simplemente
los encerrados y que de vez en cuando vuelven a salir para recordarme quien
fui, quien soy y quien seré, sentimientos que afloran una noche cualquiera,
pero que me resisto a ellos.
Pero que sin embargo, al sentir todos ellos, me hacen
completamente vulnerable y sobre todo me hacen sentir al tipo más vacío y solo
del mundo. Siempre hay tres preguntas rondado en mi mente, cada una con una explicación,
aunque confieso que la tercera me cuesta encontrarle algún significado.
¿Quién fui?, Es lo que extraño de mí, la persona que fui, mi
verdadero yo, un chico amable, tímido, cariñoso y sobre todo romántico, me
encantan los detalles, detalles que simplemente pueden cambiar el día de una
persona. Aquellos días que solo reía, siempre me preocupaba por todos, amigos,
conocidos, incluso personas que jamás había visto en mi vida, si estaban tristes,
trataba de acercarme a ellos con algún motivo tonto, solo para terminar contándoles
tonteras donde terminaban riéndose y así olvidando aquellos problemas que los
acomplejaba.
También me encantaba escribir, escribirle a alguien, alguna
amiga, alguna chica que me gustara, cantar canciones al oído, regalar
peluches a personas, aquel gesto tenía un gran valor sentimental para mí, y algún
día importante, regalar una rosa, entre otras tantas cosas que me gustaban de mí,
pero…
¿Quién soy?, He conocido miles de personas, con el
transcurso del tiempo he tenido diferentes amigos, comencé a darme cuenta que
la realidad jamás aceptaría a un tipo como yo, conocí mentiras que me hicieron
bastante daño, tuve que recoger mi corazón y pegar sus trozos, tuve que
esconder todo lo bueno que tenía en lo más profundo de mi, tuve que vivir una
realidad de la cual no quería ser parte, y sobretodo tuve que forzarme a
cambiar, ahora solo soy un chico como todos, bueno para webiar, para tirar
chuchadas, a veces un poco ordinario, aunque la forma que tengo de decir las
cosas resulta bastante cómica.
Las distintas cicatrices que tengo en mi cuerpo me hacen
recordar experiencias vividas, las de mi brazo izquierdo me dejo marcado que jamás
confiare en algún amigo, que si ellos pueden ganar algo a cambio de
traicionarte, lo harán sin pensar, que con el tiempo comencé a tener muchos
amigos, y que en ninguno confiare el 100%, las de mi pecho me hacen recordar
que jamás volveré a entregar mi corazón, sufrió bastantes en manos equivocadas,
y que el tiempo nunca lo sanó.
A decir verdad hoy en día me encanta la tranquilidad, el
silencio, sobre todo la oscuridad, sentarme en un lugar donde solo este yo,
cuando el sol comienza a esconderse, es algo que me relaja, me hace encontrarme
con mi verdadero yo, con el único que puedo conversar, el único que sabe mis alegrías,
mis miedos, y que siempre estará ahí, al que siempre que tengo la ocasión le
pregunto…
¿Quién seré?, A pesar de que el tiempo me hizo más frío,
amargado y solitario, aun de vez en cuando tengo actos de buena fe que nacen de
mí, aquellos actos me hacen recordar que quizás en el fondo de mí, sigo siendo
el mismo, estar solo tantos años me ha hecho extrañar el sentimiento de querer
y preocuparse por alguien, de hacer feliz a esa persona sin importar el cómo y
el qué, pero tampoco puedo dejar libre a una persona que no crea que sea apta
para estos tiempos, extraño correr de la mano de alguien, y hacer tonteras para
sacar una risa, realmente no sé si seguiré siendo la misma persona que he sido
en estos años, o simplemente alguien encontrara mi verdadero yo que tiene miedo
de salir y que tampoco puede por qué no lo dejo, el tiempo me dirá con qué deberé
seguir.
En fin, realmente no sé qué me tiene preparado el futuro
para mí, lo que si se, es que sea como sea no me rendiré, y seguiré avanzando.