viernes, 8 de julio de 2016

Tren de ida...

Despierto en mitad de la noche, abro mis ojos lentamente y estoy en una estación, extrañamente siento algo en mi mano izquierda, y veo un pequeño boleto, un boleto que solamente decía "ida", miro para ambos lados y solamente estoy yo, un metro solitario consumido por el frío, estaba literalmente congelado y tiritaba, el tiempo pasaba lentamente, y comenzaba a reflexionar sobre todo mientras trataba de calentar mis manos soplándolas con mi desgastado aliento.

Mi vida ha sido extraña, creo que ha estado bien, me siento como un motor, necesito una llave, un pequeño giro de esa llave podría ser todo lo que necesite en esta vida, pero eso jamas lo encontrare, siento que es tarde.
Poco a poco de la oscuridad del tunes, se divisan unas pequeñas luces, tal vez es hora de tomar un tren, lo mas seguro es que no vuelva a sentir, siento que me consumo como un cigarrillo, ya ni siquiera puedo dormir, comienzo a pensar en todos aquellos secretos que siempre escondí, aprete fuertemente mis dientes y dije que no lloraría, otra promesa que no podría cumplir.

Estoy acabado, no pude seguir mi camino, el frío comienza a calar en mis huesos, siento que poco a poco me voy debilitando, dudo en si podre tomar el tren, o solamente caeré rendido, el tren comienza a llegar, mi cuerpo no para de temblar, hasta que el tren abre las puertas de par en par, aquel frío que sentía, se esfumo, aquella extraña sensación de vació, comenzaba a desaparecer, lentamente comienzo a camiar para subir, estaba decidido, quería subirme, pero mi cuerpo se negaba, me costaba mover mis propios pies, entonces me di cuenta, mi alma lo había aceptado, pero mi cuerpo no y mi corazón estaba divido, costo, pero por fin estoy adentro.

Las puertas comienzan a cerrarse a mis espaldas, mientras escucho un ruido, no le doy importancia y solo cierro mis ojos, suena el choque de las puertas cerrándose y logro descifrar el sonido, eran pisadas, alguien corría hacia donde estaba yo, no le di mayor importancia, hasta cuando escuche un golpe contra el vidrio, extrañado me di media vuelta y note a una chica, no sabia quien era, pero podía ver su desesperación en sus hermosos ojos, golpeaba fuertemente el vidrio con todas sus fuerzas gritándome que debía bajarme, que por favor me bajara, la miraba algo extrañado, le pregunte su razón, por que vino cuando no había nadie en esta helada estación, su respuesta fue mas sencilla de lo previsto, incluso siendo tan corta, algo cambio en mi, solo dijo, por que te quiero.
Quizás ese era el pequeño giro que necesitaba, tal vez mi corazón comience a latir, a sentir nuevamente.

Choco mi frente contra la ventana de la puerta, y como si estuviéramos conectados, ella simplemente hace lo mismo, crees que debería bajarme?, ella no respondió, pero pude ver como unas lagrimas se deslizaban por su rostro, ella estaba triste, y era por mi culpa, le pregunte, puedes ayudar a recordarme como sonreír? de alguna manera haz que todo valga la pena, levanta su cabeza, y puedo ver sus fatigados ojos llenos de lagrimas, con una voz temblorosa me decía, como pudiste hartarte de este mundo?, por que preferiste ahogarte tu solo en la lluvia?.

Mis ojos seguían el mismo comportamiento que el de ella, comencé a llorar, trataba de contenerme, pero yo simplemente no pude, tal vez simplemente andaba buscando unas palabras sinceras, tal vez alguien que se preocupara por mi, alguien que quisiera luchar por mi, como yo lucharía por ella, pero ya era demasiado tarde, ambos estábamos destrozado, llegamos tarde, ella llego tarde, y yo debí haber esperado, también con una voz temblorosa y a punto de quebrarse, le digo, sabes? de alguna manera, yo no me lo creo, al final alguien me encontró, pero es demasiado tarde.

El tren comienza a encender los motores, me seco las lagrimas con la manga de mi poleron, y trato de abrir las puertas con toda mi fuerza, mientras ella me mira, se empieza a mover el tren, y mis dedos comienzan a sangrar, la puerta no se podía abrir de adentro y mucho menos de afuera, los bordes tenían algo parecido a pequeñas espinas, pero eso no me detuvo, el tren seguía su curso un poco mas rápido mientras yo comenzaba a acumular una posa de sangre, ella simplemente me miraba del otro lado mientras nuevamente sus lagrimas caían.

El tren poco a poco retomaba la velocidad con la que había llegado, y ella se me perdía de vista, empece a correr por los vagones hacia atrás, el tren no paraba y ella corría por el anden, poco a poco iba desapareciendo, llego al ultimo vagón y choco con la puerta, pude ver como corría con todas sus fuerzas y estiraba su mano tratando de lograr lo imposible, cuando fui consumido por la oscuridad, el tren había entrado al túnel y todo quedo a oscuras, la chica desapareció de mi vista, incluso no era capaz de ver mis propias manos, todo acabo, lentamente empiezo a caer dormido, arrepintiéndome de muchas cosas, pero este tren, jamas volverá.

Cierro mis ojos y todo llega a su final...



El tren que algún día tomare para no volver...
Seguramente el día que lo haga, tendrá esa misma tristeza...